HUEVO.
A
partir del desove y a medida que el tiempo transcurre (entiéndase aquí que
suelen ser varios días), el pequeño huevecillo comienza a transparentarse
permitiéndonos que podamos observar a la joven larva moviéndose dentro de el
antes de emerger.
ORUGA.
Esta fase se caracteriza por la
alimentación voraz y continua de la larva que solo se detiene en ocasión de
realizar las mudas que, por razones decrecimiento, deberá hacer en distintos
momentos de esta etapa. Esto ocurre en promedio unas cinco veces dependiendo de
cada especie en particular y dentro de un periodo de tres semanas
aproximadamente.
CRISALIDA.
Una serie de movimientos de la
(todavía) oruga, fuerzan a la vieja piel a desplazarse en dirección contraria a
la cabeza. La piel se desgarra y una serie de ganchos en la cola, lo ajustan en
la almohadilla que lo contiene, y así la crisálida toma la forma que será
definitiva.
Con el paso de los días, la crisálida suele tornarse algo mas traslúcida. Esto ocurre poco tiempo antes de salir la mariposa.
Con el paso de los días, la crisálida suele tornarse algo mas traslúcida. Esto ocurre poco tiempo antes de salir la mariposa.
ADULTO.
Las mariposas hembras son
rápidamente apareadas y fecundadas por los machos. Algunas eligen la parte
superior de las hojas para poner los huevos, mientras que otras eligen el
reverso dónde los huevos son mejor protegidos. Algunas especies desovan en hendiduras
o dentro de las plantas.